NIÑO QUE CAMBIÓ SU "IDENTIDAD DE GÉNERO", SE ARREPIENTE
Desde pequeño, el australiano Patrick Mitchell siempre se consideró una niña atrapada en el cuerpo de un niño. "Podía salir de la ducha y pasar frente a un espejo, pero no me miraba porque me hacía enojar", recordó el joven al entregar su testimonio al programa "60 minutos" del Canal 9 de su país.
La molestia que le generaba su anatomía comenzó a empeorar cuando entró en la pubertad y Patrick comenzó a sentirse muy deprimido. "Me preguntaba realmente si necesitaba estar vivo", confesó. A los 12 años, Patrick fue diagnosticado con disforia de género, una condición en la que la persona siente que su identidad de género no coincide con su sexo biológico. Lo primero que hizo fue dejarse crecer el cabello, pero su desarrollo físico continuó y su madre decidió tomar cartas en el asunto.
El adolescente empezó a tomar bloqueadores de pubertad para evitar que sus huesos siguieran creciendo y también para suavizar sus rasgos. Y un año después -y no a los 16 como lo establece la ley australiana-, Patrick comenzó un tratamiento con estrógenos que le dio Alison, su madre, lo que hizo que le empezara a crecer el busto y comenzara a tener una apariencia más femenina. Sin embargo, dos años después, el adolescente cambió de opinión y ahora está convencido de que es hombre. Su madre acusó a los médicos de apresurarse en el diagnóstico de su hijo. "Comencé a desarrollarme como una niña, que era lo que quería en ese momento. Pero ahora eso no es tan útil", señaló Patrick en el programa, según señalaron varios medios que han recogido su historia. "Tú tienes una imagen de lo que es ser un niño y de lo que es ser una niña, pero cuando en realidad lo vives, es muy diferente", agregó. "Simplemente me di cuenta de que puedo ser feliz sin cambiar completamente quién soy", aseguró El problema ahora es que debido a la terapia hormonal, Patrick quedó con secuelas permanentes, entre ellas que sus huesos ya están fusionados y que su busto está desarrollado.
Esto le impide, por ejemplo, usar ropa ajustada, ir a nadar o hacer deporte. Por esta razón, Alison decidió llevarlo a Corea del Sur, donde le practicarán una cirugía de reducción mamaria para que sus pechos vuelvan a tener apariencia masculina. A pesar de esto, su madre aseguró que no se arrepiente de lo que hizo por Patrick y explicó que quisieron dar a conocer su historia, para alertar a otros padres cuyos hijos han sido diagnosticados con disforia de género. "Ninguna de las decisiones las tomé a la ligera". "Me entristece que estuviera confundido y por los momentos oscuros que vivió, pero estoy realmente feliz con lo que es él ahora", concluyó Alison.
Fuente: Emol